El amamantamiento es una etapa vital en los primeros seis meses de un recién nacido e incluso,
se aconseja extenderlo hasta los dos años o más. Aun así, lo rodean algunos mitos, vicios y
desconocimientos. Con algunos cambios y la incorporación de nuevos conceptos es posible
mejorar y optimizar la lactancia.

Desde este objetivo, la licenciada en Nutrición Belén Barrionuevo respondió a los interrogantes
más comunes que se plantean las mamás que alimentan a sus bebés con su propia leche.

¿Cuáles son los nutrientes más importantes que debe consumir una madre gestante, para el
desarrollo saludable del bebé? ¿En qué alimentos se encuentran?

Es importante destacar que durante el embarazo, la alimentación de la madre que amamantará
debe ser variada y cumplir con las 4 leyes de la nutrición:

  • Suficiente en cantidad
  • Completa en nutrientes
  • Armónica (para cada mujer en particular)
  • Equilibrada.

Con respecto a los nutrientes, se deben incorporar vitaminas del complejo B: B1 (tiamina), B2,
B6, B9 (ácido fólico, que se suplementa los primeros meses del embarazo) y la B12. Estas
vitaminas se encuentran en cereales y en sus productos derivados, sobre todo si son integrales
(de grano entero). El ácido fólico está presente en los vegetales de hoja y la B12 en productos
de origen animal, tales como carnes rojas, blancas, el hígado y los lácteos.

Otro nutriente principal es el calcio, cuya fuente principal está en los lácteos (leche, quesos,
yogures). Cobra gran preponderancia la ingesta de vitamina BC, a través de los cítricos, los
pimientos, frutas rojas (frutillas) y kiwi. También es importante consumir carnes, vegetales de
hojas verdes, cereales, legumbres y harinas fortificadas para incorporar hierro.

A esta lista se suma el zinc -presente en carnes rojas, mariscos, granos enteros, nueces, cereales
integrales, maní-. Para continuar el elenco, es preciso tener en cuenta el consumo de proteínas,
que hallamos en carnes rojas y blancas, en la clara del huevo y en los lácteos.

No debemos olvidar el DHA -ácido docosahexaenoico- fundamental para la visión y en la
función cerebral del recién nacido. Se encuentra en pescados (salmón, caballa, atún), en algunos
lácteos fortificados con este ácido graso y en suplementos nutricionales. Finalmente, las fibras
que se hallan en vegetales de hojas, frutas, alimentos preparados con harinas integrales -salvado
de avena y de trigo-, en legumbres (porotos, garbanzos, lentejas) y en alimentos funcionales, por
ejemplo los prebióticos.

En la actualidad, un gran número de personas eligen abandonar las carnes y/o los productos
derivados de los animales, ¿pueden remplazarse los nutrientes que aportan estos alimentos,
en dietas vegetarianas o veganas?

Para cumplir con los nutrientes que el cuerpo requiere, es fundamental que la futura mamá se
asesore con un especialista en nutrición con el fin de sustituir correctamente las proteínas de
origen animal por las vegetales y evitar deficiencias.

Más allá de que hay un buen número de estos alimentos que tienen gran contenido de proteínas
o micronutrientes (tal es el caso del calcio presente en algunas semillas o el hierro en las

legumbres) es necesario conocer cómo combinarlos y consumirlos. En este sentido, surge el
concepto de biodisponibilidad. Por ejemplo, si bien el calcio se encuentra en ciertas semillas, su
biodisponibilidad no es igual al de los lácteos. En otras palabras, se debe comer una gran
cantidad de semillas para lograr absorber el nivel de calcio que nuestro organismo necesita.

Alimentos que favorecen la producción de leche materna: ¿mito o realidad?

En palabras de Belén Barrionuevo -quien además de que es nutricionista, trabaja como docente
universitaria- más allá de una dieta equilibrada y buen consumo de líquido, el único factor
fundamental que posibilita el aumento en la cantidad de leche es la succión del bebé. Mientras
más tiempo esté prendido al pecho materno, mayor será el estímulo y la generación de
hormonas relacionadas con la lactancia y por tanto aumentará la producción de leche. Si el bebé
no succiona, sucede lo contrario. Por esto, es necesario colocarlo en el pecho, el tiempo que
demande.

El orden y horarios en las comidas, ¿influyen en la digestión y nutrición de quien está
embarazada? ¿Qué momentos debería respetar?

Es fundamental que la mamá tenga una alimentación ordenada y consuma un buen desayuno,
colación a media mañana, almuerzo, merienda y cena. Si cumple de manera organizada, llegará
a cada comida sin demasiado apetito. Además, en las mujeres embarazadas aumenta la
demanda de glucosa. Para evitar glucemias o hipotensión es primordial no saltear comidas.
Por otra parte, durante la gestación suele haber estreñimiento, lo que torna esencial tomar
abundante líquido y comer frutas y verduras.

El amamantamiento suele producir adelgazamiento en las madres. ¿Qué consejos deberían
tener en cuenta cuando dejan de alimentar a sus bebés para conservar su peso ideal?

Dar de mamar colabora a que la mamá recupere su peso preconcepcional, es decir que en la
mayoría de los casos, adelgazan. A esto se suma que en general tienen más apetito que cuando
no amamantan. Incluso, durante ese tiempo suelen darse permitidos que, cuando finaliza el
periodo de lactancia, se transforman en aumento de peso. Por eso, cuando los bebés dejan de
alimentarse de leche materna, se aconseja que las mamás continúen con una alimentación
saludable.

Alimentos y medicinas que pasan de la mamá al bebé

Con relación a la lactancia como transporte de sabores y sustancias, Barrionuevo afirma que a
través de la leche humana se transmiten los sabores de lo que come la mamá. Por eso, debe
mantener una dieta variada y evitar consumir picantes. Así, cuando se produzca el destete, el
bebé podrá reconocer gustos sanos y los incorporará con mayor facilidad a su alimentación
complementaria. De esta manera, disminuirá el miedo a consumir alimentos nuevos -neofobia-.
Desde otro lugar, tanto en la gestación como durante la lactancia es muy necesario consultar al
médico obstetra o pediatra -según el momento- y al farmacéutico, acerca de las medicinas que
la mamá puede consumir. Por supuesto que se desaconseja la automedicación, en todos los
casos.

¿Qué cantidad de agua por día necesita consumir una mujer que amamanta?

Se recomiendan entre 2 y 3 litros de líquido por día, además del agua que ingresa al cuerpo a
través de los alimentos (frutas, vegetales, lácteos). En esta etapa, la mamá suele tener
aumentada la sensación de sed por lo que es necesario que tome líquido antes, durante y luego
de dar de mamar.

La acidez durante el embarazo: cómo evitarla o disminuir sus efectos

Desde la vasta experiencia de Belén Barrionuevo como profesional de la salud y mamá de 3
pequeños explica que los episodios de acidez son bastante recurrentes, en especial durante el
último trimestre de la gestación, producto del tamaño y la posición del bebé. Frente a esta
situación, se aconseja que la mamá evite comidas de gran volumen y suspenda la ingesta de
grasas (cremas, guisos, frituras, manteca) ya que retrasa la digestión.

Por otra parte, es beneficioso que utilice ropa holgada, que no presione su abdomen. También
se recomienda que se alimente tranquila y que no se acueste inmediatamente después de
comer, sino hacerlo una hora antes de ir a descansar. “Por último, hacemos hincapié en que
utilice varias almohadas y se acueste a 45 grados para evitar el reflujo gastroesofágico”, finalizó
Barrionuevo.