Controladores de elite: la explicación al caso de la paciente de Esperanza.

De acuerdo a los números que presenta la Organización Panamericana de la Salud, 136 mil personas viven con VIH en Argentina. Entre 2010 y 2019, se incrementó un 21 por ciento el número de casos en América Latina. Sin embargo, hay algunas otras cifras que aunque menores, brindan luces de expectación en la comunidad internacional y entre los médicos del mundo. El reciente hallazgo de una paciente argentina que se habría curado de la infección sin someterse a tratamiento, hace que cada día aumente la cantidad de controladores de elite.

Para comprender a fondo esta situación y aclarar algunos conceptos, desde la Cámara de Farmacias de Mendoza convocamos al Dr. Víctor Bittar, jefe del Programa Provincial de SIDA del Ministerio de Salud, jefe del servicio de Inmunología del hospital Central y profesor de Inmunología de la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo, para que nos ampliara la información.

¿A qué se les llama controladores de elite?

Los controladores de elite son personas que adquirieron la infección por VIH y su sistema inmunológico controla la replicación viral. Son pacientes que sin recibir ningún tratamiento antirretroviral consiguen obtener carga viral no detectable en forma permanente, a lo largo de los años. Esto es posible gracias a la producción de células y anticuerpos que fabrica su sistema inmunológico, aunque este grupo representa menos del 1% del total de las personas infectadas por VIH.

El caso de Esperanza

En Santa Fe, más precisamente en Esperanza, vive una paciente que goza de la condición controladora de elite. Desde 2013 y hasta la actualidad, sus análisis indican carga viral no detectable, sin mediación de antirretrovirales. Hubo un periodo de excepción (seis meses) durante su embarazo ya que, para evitar la transmisión vertical, se le suministró tratamiento. Luego del parto, suspendió la toma de medicamentos y continúa libre de la infección. “La mayor curiosidad para los científicos se despierta a partir de que no presenta rastros del virus, cuando se busca en las células del sistema inmune -linfocitos CD4- de los tejidos que actúan como reservorios”, declaró Bittar.

Además de esta excepcionalidad, hay una paciente de 63 años oriunda de San Francisco -EEUU- que hace aún más tiempo que presenta características similares en su organismo. No obstante, no se conocen cuáles son las herramientas que el sistema inmunológico tiene para que se determinen estas condiciones. “En la actualidad, es objeto de estudio si los que lograron el control de la infección son los linfocitos CD8 -citotóxicos-, los linfocitos natural killer o si se trata de ambos, combinados con anticuerpos neutralizantes” aclaró el médico. Las dos pacientes se consideran prueba de concepto, ya que indican que el sistema inmunológico sería capaz de controlar -en algunas situaciones- y erradicar la infección. De hecho, según comentó Víctor Bittar,  en Mendoza hay varios pacientes controladores de elite.

¿Sería posible el uso de vacunas para inducir inmunidad en pacientes que siguen tratamiento antirretroviral?

En este sentido, una de las herramientas que se busca conseguir son las vacunas preventivas, que evitarían se contagien personas sanas. Sumado a esto, las investigaciones apuntan a las vacunas terapéuticas, con las que se lograrían respuestas de anticuerpos altamente neutralizantes, con el objetivo de aplicarlas en pacientes que tienen VIH. En estas personas, actuarían como coadyuvantes, es decir que potenciarían la acción de los antirretrovirales y reforzarían el sistema inmune de los individuos para lograr la erradicación de la enfermedad o una mejor respuesta inmunológica frente a la infección para el control de la viremia.

¿Antirretrovirales o vacunas?: dónde poner el énfasis

España, EEUU, Francia, Inglaterra y Alemania son los países que trabajan desde hace muchos años sobre hallazgos de vacunas preventivas y terapéuticas. Sin embargo, es imperioso no abandonar la meta de ampliar la accesibilidad de antirretrovirales en el mundo: ambos caminos deben transitarse con la misma importancia y celeridad. Los tratamientos con medicamentos logran preservar el estado de salud de las personas infectadas y bajan la transmisión de la infección o la minimizan a cero, cuando se consigue carga viral indetectable. “En otras palabras, se considera un método de prevención combinada ya que si se extiende esta situación durante seis meses o más, no transmiten la enfermedad a sus pareja sexual, lo que a la vez evita la propagación de la infección”, remató el médico.